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San Marino 1989: El inicio de una rivalidad epica

Imagen: Formula1.com

Era la tercera vuelta del GP de San Marino, en una tarde calurosa del domingo 23 de abril de 1989, cuando súbitamente las cámaras de TV captan el momento en que el Ferrari 640 de Gerhard Berger pierde el control antes de ingresar a la curva Tamburello a aproximadamente 280 km/h y con un fuerte impacto lateral destroza su monoplaza arrancando toda la sección derecha, donde estaba ubicado el tanque de combustible y luego explota en llamas.

Durante 16 segundos espectadores de todo el mundo contemplaron en vivo como el Ferrari del quinto clasificado de este GP ardia en llamas hasta que los bomberos comisarios de pista llegaron al sitio para apagar el incendio. 35 segundos después hizo su aparición en escena lo que los Italianos llamaban entonces “Fast Medical Car” que permitió al Dr. Sid Watkins y su equipo de asistencia llegar antes que la ambulancia. Como resultado el austriaco no quedó con mayores secuelas que una fractura de clavícula, una costilla fisurada y quemaduras de segundo grado en ambas manos, a pesar de la gravedad del accidente.

Imagen: Autosport / Twitter @autosport

Este percance fue el catalizador de lo que se vendría media hora después en el relanzamiento de la carrera, y es la primera de las dos razones por las que recordamos del GP de San Marino 1989; El escape milagroso de Berger y el inicio de la rivalidad entre Aryton Senna y Alain Prost.

El circuito de Imola recibía la segunda fecha de la temporada 89 de la Formula 1, 28 días antes un incrédulo Nigel Mansell sería quien pasaría a la historia en su debut en Ferrari, al llevar al primer monoplaza formula 1 con cambio semiautomático en el volante a una impensable victoria en el gran premio de Brasil. Esto no gustó para nada a los de McLaren -quienes venían de dominar la temporada anterior- y pasaron ocho días previos a la carrera probando a fondo el McLaren MP4/5. Fueron tan exhaustivos los ensayos que el día de la clasificación lograron obtener una ventaja de 1,5 segundos sobre Mansell que partiría en la tercera plaza.

Las noticias sobre el estado de salud de Berger ya eran muy alentadoras cuando los pilotos volvieron a la pista para alinearse en la grilla de salida -luego de la bandera roja obligada por el accidente del austriaco- el gran Premio de San Marino 1989 tenia así su segunda largada, con Prost liderando a la salida de la curva Tamburello. Dos curvas después en la frenada de la curva Tosa, seríamos testigos del inicio a una de las rivalidades mas recordadas en la historia de la FORMULA 1.

Imagen: archivo Formula 1 / it.wikipedia Commons

Senna llego a manifestar en varias ocasiones que como el mismo realizó la pole position y lideraba la carrera hasta el momento de la interrupción, estaba en vigor un acuerdo interno entre El y Alain: En la primera vuelta ninguno de los dos intentaría rebasar al otro, pese a que la acción del brasileño claramente rompía esta regla. Era un acuerdo simple que buscaba evitar que ninguno perjudicara al otro al inicio de cada gran premio. Prost por su parte protestó por el incumplimiento del acuerdo “Si lo hubiese querido, nunca me hubieses adelantado… Pensé que estaba lidiando con una persona de palabra” llegó a recriminar a su compañero en una reunión interna del equipo una vez finalizado el GP. Poco importaba entonces el uno/dos obtenido en el GP, o los 40 segundos de ventaja con los que Ayrton terminó por delante.

Lo que McLaren trató de mostrar a los medios como una “crisis interna” explotó en los medios con declaraciones por parte de ambos pilotos. Frank Williams, quien en su momento tuvo que lidiar por dos años con una crisis similar entre Nigel Mansell y Nelson Piquet , fue tajante con una frase: “Que podrías esperar? Pones a dos toros en un mismo corral y esperas que no peleen?”

Imagen: marca.com / RV Racing Press

Tuvo que ser el mismo Ron Dennis, que ya estaba cansado de las acusaciones públicas entre sus pilotos, el que días después citó a ambos a una reunión en el circuito de Pembrey (Inglaterra) en medio de unos test privados del equipo, recriminándolos por sus acciones. Tiempo después el mismo señalaría que "quizás fue muy duro con ambos", pero que debió hacerles entender que a pesar de ser tremendos pilotos, al final de cuentas eran empleados -y muy bien pagados- que debían cumplir con sus obligaciones contractuales.

Alain y Ayrton -según manifestaciones posteriores hechas por Dennis y Jo Ramirez- fueron obligados a pedirse disculpas el uno al otro. “Ellos estrecharon las manos. Pero no había una sinceridad completa en aquel gesto”. La tregua duró poco y sería Prost el que a mitad de temporada anunciaría su marcha a Maranello para el año siguiente.

Tan solo fue el principio de esta rivalidad.

*Con extractos del libro "Ayrton: o Herói Revelado" - Ernesto Rodrigues / Editorial : Objetiva; 1st Edition (1 Enero 2004)

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